Hasta "Gil, sucesores de Antolín Quevedo", fundada en 1880 en la carrera de San Jerónimo, llegaba la ruta de la seda, esto es, la ruta de la importación de mantones de Manila. Pese a ser originarios de China, los mantones se llamaban de Manila por ser éste el puerto donde se exportaban. La historia de la seda se remonta a la China del año 3000 antes de Cristo y fue en el año 1000 a. de C. cuando comenzaron a realizarse bordados. Los símbolos de los mantones eran: el dragón (representación del emperador), el faisán (las realizaciones del emperador y la belleza), la grulla (la longevidad), las ocas (la normalidad conyugal), y las mariposas (la felicidad y la alegría).
La abundancia de flores bordadas respondía al expreso deseo de las féminas hispanas decimonónicas que así lo solicitaban a los fabricantes chinos. Hay que decir que el antiguo “Schal” de los persas, aquí llamado chal y luego mantón, es el resultado de la demanda de las mujeres españolas a la industria china, ya que las chinas nunca los llevaron.
Gil, una tienda inolvidable, ha cerrado en 2014.
La Puerta del Sol ha perdido uno de sus símbolos, un símbolo de comercio de calidad y trato humano.
Del libro: "Tiendas de Madrid"