domingo, 25 de abril de 2010

El comercio más antiguo de Madrid


El comercio más antiguo de Madrid

No sólo es la decana de las farmacias, sino también la tienda que puede documentar una mayor antigüedad en la Villa y Corte. Instaurada en 1578 por un alquimista veneciano. En origen, estuvo en la calle del Sacramento, junto a la residencia de Iván de Vargas; pero la casa del alquimista hubo de ser derribada para que pasara por tan angosta calleja la procesión del Santísimo. Posteriormente se trasladó a la calle Mayor, 59.
Imaginen si tendrá solera esta farmacia, que conserva una receta a nombre de Miguel de Cervantes.
El nombre de “Reina Madre” está dedicado a Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V, que nos regaló a los madrileños un hijo tan brillante como Carlos III.
Además de abastecer a la Real Casa, aquí se vendían las primeras quinas traídas de América, junto con principios activos, drogas, píldoras áureas, y extraños productos como el castoreo, la piedra imán y el grimoso extracto de momia egipcia. Conservan 1600 recetas antiguas.

Guardan todas las facturas del infante Don Luis y otros personajes célebres, lo que permite una reconstrucción fiel de su historial médico.
En los inicios del XVIII, comenzaron a fabricar la “pomada de la reina” por encargo de María Luisa, primera mujer de Felipe V.
Fueron los primeros en vender aguas minerales, y aquí se apuntaban los que deseaban acudir al balneario de Vichí. Conservan el libro de reservas.
En el XIX, fue escenario de tertulias liberales. Cuentan que el político liberal Salustiano Olózaga pudo escapar de sus enemigos a través de un pasadizo subterráneo que comunicaba la farmacia con la vega del Manzanares.
El precioso edificio actual, en Mayor, 59, es de estilo modernista, del año 1914, obra de José Carrasco, y está decorado con alegorías de la farmacia. Los zócalos son de azulejo de Talavera. En cuanto al botamen, hay albarelos, pildoreros y toneletes de cerámica azul y blanca de Talavera, del siglo XVIII y otros del Buen Retiro y de La Granja, y conservan un bote del XVI con el escudo de los Reyes Católicos.Todo ello conforma el pequeño museo de esta botica que hoy regenta la familia Cid.

domingo, 18 de abril de 2010

La tahona veterana: El Museo del Pan Gallego


Vale la pena visitar el Museo del Pan Gallego, en la plaza de Herradores, donde calientan el horno con auténtica leña de encina. A José Menor y a su hijo Alberto no les importa trabajar duro para que los madrileños podamos saborear un pan hecho como Dios manda. Un pan auténtico hecho con buena harina, levadura prensada, agua y sal. Cuando las barras y las hogazas entran en el horno, con ayuda de largas palas de madera, la flor roja del fuego comienza a transformarlas en oro puro. José Menor es un hombre emprendedor, enamorado de su oficio, que hasta hace poco organizaba exhibiciones de trilla y aventado junto a la panadería para dar a conocer las labores tradicionales. Autor de dos libros autobiográficos, José ha tenido como clientes a políticos y artistas de renombre. Hoy su hijo Alberto continúa la meritoria labor que inició su padre para que siga adelante este excelente horno de leña de Madrid. El Museo del Pan Gallego, merecedor de un homenaje tanto por su antigüedad como por su gran labor, es la tahona más antigua de Madrid. El horno de leña inició su andadura en 1735. José lo administra desde 1982.