
El secreto para preparar una buena masa es mezclar en riguroso orden la harina de trigo, la sal, y finalmente, el agua caliente. La masa, bien ligada, se introduce en la manga churrera. Se fríen en abundante aceite, hasta que estén dorados, y se escurren cuidadosamente.
Aún tenemos buenas churrerías como “Sanz”en la calle Cervantes (de fines del XIX), “La Maja”, en la calle Luisa Fernanda, Santa Teresa, en la calle del mismo nombre, La Encarnita, en Meléndez valdés, Mingoarranz, en Felipe II,…
En la foto: "La Encarnita" En Meléndez Valdés. Foto: Alvaro Benítez
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